-¡Total! A mí no me da de comer.

Me dada hasta asco.

-Si son todos unos chorizos.

Hasta que un día la política decidió que yo no tenía derecho a ganarme la vida,  a un trabajo digno que me permitiera pagar la hipoteca ni mantener a mis hijos.
Porque fue la política la que había provocado la burbuja inmobiliaria, la crisis y todos los problemas que tenemos ahora. 

Si no hay dinero es porque los políticos se lo han llevado el dinero a Suiza y no irán a la cárcel porque los jueces los ponen ellos.

Recordé una frase que un día me dijo un amigo afectado por el POUM:

-Yo pasaba de la política pero la política no pasó de mí.

Decidí que había que involucrarse para intentar mejorar nuestra sociedad en lo que uno pueda.

Navegando por la red vi un partido nuevo que buscaba el cambio y me gustaba lo que decía. A los políticos de siempre los llamaba "La Casta".
Decidí apuntarme y ayudar, envié un email y me contestaron. Acepté ser apoderado de Podemos. Unos días antes de las elecciones me llamaron y me entregaron la acreditación junto a una carta qué explicaba qué tiene que hacer un apoderado.
Por desgracia eran más consejos y buenas intenciones que información veraz. Es que, ellos tampoco habían hecho nunca de apoderados.

Al día de las elecciones llegué al colegio de mi pueblo con mi acreditación colgada del cuello. Nunca olvidaré la cara con la que me miraban los apoderados de los otros partidos, ellos se conocían todos de otras elecciones, de siempre. Yo era el raro, mi partido y mi acreditación lila todavía más.
Pregunté a un presidente de mesa qué tenía que hacer.
-Com vols que ho sàpiga si no se que es el que he de fer jo.
Entonces me acerqué a una apoderada de CIU y le pregunté, ella me lo explicó muy amable.
Allí estuve que acabaron de contar los votos y "mi partido" no salía mal parado, quedábamos los quintos mientras ganaba ERC.

Cuando llegué a casa y puse la televisión vi que Podemos había superado las expectativas por mucho, habían sacado cinco escaños y se convertían en la cuarta fuerza política.
Todos los periodistas (Trabajadores de la casta) y poderes fácticos se asustaban con la aparición de ese partido que no tenían controlado.
Ese día supe que había una esperanza de cambio en este país y yo había formado parte de ese cambio. Me sentí orgulloso de formar parte de ese cambio,